La prisión no pudo borrar tus ideas
que crecieron con cada año
y cada uno con más de doce meses
La cárcel quiso humillarte y quedó humillada
porque la justicia de tus ojos
se burló del tiempo que buscaba tu castigo
Un castigo que quedó en el pasado
en el banquillo de los acusados
y que además dejó sus huellas
pero quedó en el pasado.
Huellas que causaron muerte
vomitando injusticia
fomentando el dolor
promoviendo avaricia
apagando el color
con el cruel apartheid.
Pero tú has sido la luz
que rompió
la barrera del muro racista
convirtiendo a Sudáfrica
en la gran esperanza negra
que hoy recuerda tu nombre
NELSON MANDELA
23 de agosto de 2009
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